Una patología no tan poco frecuente, es que los pacientes se queden con la boca abierta después de un gran bostezo; la ATM (como cualquier otra articulación) puede luxarse si se fuerza más allá de sus límites anatómicos.




Lo que sucede es que el cóndilo mandibular (2) sobrepasa por delante a la eminencia del hueso temporal (1) quedando trabado por delante de ella (B), y con esto dejando al paciente con la boca abierta.
Con la boca cerrada, el cóndilo mandibular se ubica por detrás de esta eminencia, delante del oído .


En esta posición el paciente no debe tratar de cerrar la boca, recordemos que los músculos que cierran la boca (músculos elevadores) actúan ejerciendo una fuerza vertical, y desde esta posición trabada, justamente lo que hay que hacer es lo contrario, descender la mandíbula para que el cóndilo mandibular (2) sobrepase hacia atrás la eminecia del temporal (1).


Muchas veces los pacientes que sufren de luxaciones recurrentes ya saben "reducirlas" ellos mismos y asi evitan llegar al servicio de urgencia en estas condiciones.


Por otra parte, existe una condición sistémica que predispone a este tipo de patología, la Hiperlaxitud.

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